La digitalización es un proceso que plantea grandes retos para muchas empresas. Sin embargo, a pesar de todos los obstáculos, las ventajas superan claramente a los inconvenientes. En el ámbito del almacenamiento central y uniforme de datos, el DAM (Digital Asset Management) y el MAM (Media Asset Management) son sistemas indispensables.
Los datos de la empresa, las imágenes de los productos, los materiales de marketing y los logotipos suelen existir en las empresas de forma desordenada o en múltiples versiones. Además, sólo los empleados de los respectivos departamentos tienen acceso directo a ellos. Debido al almacenamiento descentralizado, se da el potencial de caos.
La gestión de activos digitales y la gestión de activos multimedia ofrecen un remedio para ello.
Los dos sistemas convencen con claras ventajas.
Los límites entre DAM y MAM son muy fluidos. Ambos sistemas hacen básicamente lo mismo.
La gestión de activos digitales está pensada para la administración y el almacenamiento centralizados de los contenidos de las marcas. Proporciona una ubicación central para los logotipos, las fotos de los productos, el contenido de marketing y mucho más, incluyendo la información asociada.
A su vez, la gestión de activos multimedia es la ubicación central de almacenamiento de los flujos de trabajo de imagen, vídeo u otros medios. Los datos almacenados aquí siguen formando parte del proceso de trabajo. Los datos pueden seguir editándose aquí en varios programas de edición. Esto garantiza la coherencia de los formatos de archivo y la disponibilidad de todas las versiones actuales de los medios.
Tanto el DAM como el MAM son sistemas centrales en una empresa digitalizada. Proporcionan un flujo de trabajo simplificado y garantizan que todos los datos se almacenen de forma centralizada y que cualquier empleado responsable pueda acceder a ellos en cualquier momento. Las empresas se benefician de una mejor estructura y un menor gasto de recursos.
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